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El salario de un trabajador pactado, ya sea en un convenio colectivo o en un acuerdo privado, está compuesto por el salario base más los complementos extrasalariales, que pueden constituir un importante suplemento o incluso una parte fundamental de la suma a devengar.
En este artículo te explicaremos en qué consiste un complemento salarial, cuál es su marco regulatorio, la diferencia con un complemento extra salarial y cuáles son los más habituales.
¿Qué son los complementos salariales?
Un complemento salarial es una cantidad que un trabajador por cuenta ajena recibe junto con su salario base, tal y como define el artículo 26 del Estatuto de los Trabajadores. Esas cantidades se determinan dependiendo de las circunstancias del empleado y de la empresa.
En el caso de un empleado, puede ser el conocimiento de un idioma, la antigüedad o el trabajo en horario nocturno. En el de la empresa, la situación y los resultados obtenidos, por ejemplo.
¿Qué diferencia hay entre complementos salariales y extra salariales?
La diferencia fundamental entre los complementos salariales y extra salariales radica en que los primeros son un tipo de retribución salarial que sí forma parte de la nómina, mientras que los segundos no.
Por lo general, los complementos salariales se dan al trabajador como forma de compensar su esfuerzo en una determinada área o por la consecución de objetivos. Por su parte, los complementos extra salariales hacen referencia al pago de aquellos gastos que el trabajador ha adelantado en un marco laboral, como el coste del desplazamiento o dietas en un viaje de trabajo
¿Cuál es el marco regulatorio de los complementos salariales?
Como señalamos más arriba, los complementos salariales se rigen por el artículo 26 del Estatuto de los Trabajadores.
La norma indica que el salario se compone por “el salario base, como retribución fijada por unidad de tiempo o de obra y, en su caso, complementos salariales fijados en función de circunstancias relativas a las condiciones personales del trabajador, al trabajo realizado o a la situación y resultados de la empresa, que se calcularán conforme a los criterios que a tal efecto se pacten”.
Tipos de complementos salariales más habituales
Los tipos de complementos salariales más comunes son aquellos que van en función de las circunstancias del trabajador, como la antigüedad; del trabajo realizado, por ejemplo si se trata de un trabajo por turnos; de los resultados de la empresa, como los beneficios, o por trabajar en días festivos.
Complementos salariales según las circunstancias personales del trabajador
Los complementos salariales en función de las circunstancias personales del trabajador dependen de las características profesionales o personales del empleado en cuestión. Es un complemento consolidado, por lo que se seguirá percibiendo incluso si cambian las condiciones del puesto.
Entre los complementos salariales de este tipo, podemos destacar aquellos vinculados a títulos académicos, idiomas o alguna habilidad especial. Asimismo, destacan también los complementos ligados a la antigüedad, que dependen de los años que tenga un trabajador en la empresa.
Complementos salariales según el trabajo realizado
Por otra parte, un trabajador puede percibir un complemento salarial en función de las circunstancias del trabajo realizado o de las funciones que haya tenido que llevar a cabo.
A diferencia de los complementos por circunstancias personales, estos complementos no son consolidables, lo que quiere decir que dejarán de ser percibidos en cuanto cambien las condiciones del trabajo.
Los complementos pueden ser por la calidad o la cantidad del trabajo, en caso de aumento de productividad o cuando la empresa crea un plan de incentivos para empleados como parte de la política retributiva de la empresa; por penosidad, cuando el trabajo comporta riesgos, como tareas en altura o profundidad, y por nocturnidad, cuando el trabajador debe realizar sus funciones de noche, lo que puede suponer una alteración de sus ritmos habituales y una dificultad para conciliar.
Complementos salariales según la situación y resultados de la empresa
Un empleado podrá recibir un complemento salarial dependiendo de la situación específica de la empresa, por ejemplo en los resultados de un trimestre. Estos complementos buscan fidelizar a los empleados generando identificación con la empresa, de modo que los objetivos sean compartidos.
En este caso, un trabajador puede recibir un complemento si la empresa obtuvo mayores beneficios en un determinado momento. También existe la posibilidad de que el empleado obtenga participaciones o acciones de la empresa, si bien esto no repercute específicamente en la nómina.
Complementos salariales por trabajo en festivos
Entre los complementos salariales hay que destacar igualmente aquél que un empleado recibe al trabajar los festivos, ya que un turno de trabajo en este tipo de de fechas también dificulta la conciliación de vida laboral y familiar.
Tipos de complementos extra salariales más frecuentes
Los complementos extra salariales, conocidos igualmente como no salariales, son aquellos que un empleado recibe no por el trabajo realizado en sus funciones dentro de la empresa, sino para compensar o indemnizar gastos derivados de esta actividad que haya asumido inicialmente de su bolsillo.
Complemento extra salarial por compensación de gastos
Los complementos extra salariales pueden servir para compensar gastos como costes de desplazamiento, más conocidos como viáticos, que son los que una persona debe asumir para desplazarse desde su hogar a la empresa.
Este tipo de complemento extra salarial puede compensar viajes, si hay un traslado a otra ciudad o país por motivos laborales; gastos de uniforme, en caso de que haya que usar uno por seguridad o higiene, y la reparación y el mantenimiento de herramientas o materiales, si estos son del propio trabajador.
Complemento extra salarial por indemnizaciones
Por su parte, los complementos extra salariales por indemnizaciones se producen cuando la actividad laboral implica para el empleado una modificación o perjuicio sobre su integridad mental, física o incluso sobre su patrimonio.
Si esto ocurre, las empresas tendrán que pagar una indemnización que se entiende como complemento extra salarial. Es lo que ocurre en caso del fallecimiento del trabajador, si bien por razones obvias serán sus familiares quienes la reciban.
Un empleado también obtendrá una indemnización de este tipo en caso de incapacidad total, parcial o temporal si se producen afecciones o enfermedades que repercuten en el normal desarrollo de sus funciones y éstas son consideradas como enfermedades laborales.
El complemento también podrá pagarse si hay una modificación o modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, ya sea la duración de la jornada o el cambio del lugar de trabajo de una ciudad a otra. Las indemnizaciones también se pagan en caso de finalización de la relación laboral.
¿Qué son los complementos consolidables y no consolidables?
Los complementos consolidables son aquellos que, una vez adquiridos, ya no pueden ser modificados o anulados. En esta categoría entran, por ejemplo, los complementos salariales por circunstancias personales del trabajador, como un título académico o la acreditación del conocimiento de un idioma.
En cambio, los complementos no consolidables pueden sufrir cambios a lo largo del tiempo o anularse en caso de que la circunstancia que los haya producido ya no tenga vigencia. Aquí entran los complementos salariales según el trabajo realizado, como los pluses por aumento de productividad, las tareas en altura o la nocturnidad.
¿Qué diferencia hay entre salario base y complementos salariales?
Según indica el Ministerio de Trabajo y Economía Social, el salario base “es la retribución fijada por unidad de tiempo o de obra”. Es decir, la remuneración fija que un empleado recibe según las unidades de tiempo o de obra (horas, días, meses) pactada con el empleador.
En este sentido, según define también el Ministerio, los complementos salariales son “una retribución fijada en función de circunstancias” como “las condiciones personales del trabajador, el trabajo realizado y la situación y resultados de la empresa”.
Como ya señalamos, éstos pueden estar vinculados a factores como la antigüedad, a pagas extraordinarias, participación en beneficios o penosidad, nocturnidad, turnos rotativos o residencia en provincias insulares, entre otros.
¿Qué complementos salariales no cotizan?
Entre los complementos salariales que no cotizan están los gastos de transporte, ya que no corresponden en sí al trabajo a realizar, sino a la necesidad de desplazarse al lugar de trabajo. Como ya indicamos, muchas empresas suelen abonar un extra al trabajador por estos gastos.
Tampoco cotizan las indemnizaciones, ya sea por despido, traslado, fallecimiento o suspensión, entre otras, en tanto que no están relacionadas con el trabajo en sí, sino con el cese de la relación laboral o con cambios de lugar.
Del mismo modo, están exentas de cotización las dietas, que las empresas abonan para gastos de alimentación en caso de jornada partida o de desplazamiento a un lugar diferente al centro de trabajo habitual.
A está categoría hay que añadir el plus por vestuario, cuando el trabajador debe llevar uniforme para realizar su tarea, y el de herramienta, en caso de que sea el propio empleado quien aporte determinados instrumentos o equipos para llevar a cabo su función.
¿Cómo gestionar las nóminas con un software?
Un software de gestión de nóminas resulta muy útil para saber bien qué complementos salariales o extra salariales corresponden a cada empleado, así como para detectar cualquier cambio (en caso de complementos no consolidables).
Interfaz del software de informe de nóminas de Kenjo
Además, la empresa podrá hacer seguimiento de incidencias de nóminas y separar las nóminas de empleados fijos y temporales o hacer un seguimiento de las incidencias y pagos a varias unidades de trabajo o filiales, entre otros aspectos.
